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Paso a desnivel de la 27 de Febrero con Isabel Aguiar sigue siendo un caos en horas pico

El recién inaugurado paso a desnivel en la intersección de la avenida 27 de Febrero con Isabel Aguiar no ha logrado aliviar el tránsito en la zona, según expresan conductores y transeúntes. Aunque la obra prometía mejorar la circulación vehicular, los usuarios aseguran que las congestiones persisten, especialmente durante las horas pico, y que la prohibición del giro a la izquierda ha empeorado la situación. Muchos choferes ignoran la medida, generando desorden y entaponamientos en las vías adyacentes.

Pablo, un vendedor de dulces en el área, comentó que el tapón sigue igual que antes. Asegura que el paso a desnivel es muy estrecho y que cualquier vehículo averiado paraliza completamente el tránsito. “En la mañana era un tapón grandísimo. Si se queda un carro, nadie pasa”, expresó, señalando que la obra no ha representado una solución real al problema vehicular que afecta a miles de ciudadanos cada día.

Otros conductores reconocen algunas mejoras, pero afirman que las restricciones actuales limitan la fluidez. Andy, quien transita la zona con frecuencia, explicó que el tiempo de recorrido se ha reducido a la mitad, pero considera que la prohibición del giro a la izquierda causa grandes molestias. “Las personas que vienen del sur deben llegar hasta la Plaza de la Bandera para poder retornar, lo que genera más congestión”, señaló.

Mientras tanto, Valentino Reyes, chofer de la ruta Pintura–kilómetro 13, atribuye el desorden a la falta de conciencia de los conductores y al crecimiento poblacional del municipio Santo Domingo Oeste. Explicó que el tránsito se congestiona desde la autopista 6 de Noviembre hasta la Plaza de la Bandera porque todos los flujos vehiculares confluyen en ese punto. A su juicio, es urgente que las autoridades busquen una solución definitiva al problema del giro a la izquierda.

El paso a desnivel fue inaugurado recientemente por el presidente Luis Abinader, con una inversión de 41 millones de dólares financiados mediante la renegociación del contrato de Aerodom. La infraestructura, de 480 metros de longitud y 11 carriles —cinco de ellos soterrados—, fue construida en 18 meses con la promesa de facilitar el tránsito de unos 70,000 vehículos diarios. Sin embargo, para muchos usuarios, el proyecto aún no cumple su objetivo de descongestionar una de las zonas más transitadas del Gran Santo Domingo.

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